sábado, 24 de marzo de 2012

Cosas verdaderamente extrañas

Al parecer mucha gente está cada vez más fascinada con los animales marinos fluorescente,  lámparas hechas con medusas muertas y que brillan en la oscuridad, lo nuevo es sushi brillante.




Una empresa americana ha decidido confeccionar sushi a partir de pescado genéticamente modificados que irradian luz. El pescado usado es el ‘danio cebra brillante‘.
A los alevinos (crías recién nacidas de peces) se los puede encontrar en muchos locales de venta de mascotas, aunque inicialmente la modificación luminiscente fue aportada por ingenieros biológicos para que los cardúmenes del danio sirvieran de indicador natural movedizo de la contaminación fluvial.


Según los fabricantes el gen de la luminiscencia es totalmente natural, al igual que el producto que ofrecen. Al mismo tiempo sus chefs avisan que un mínimo fragmente de esta insólita comida puede conferirle a los dientes el mismo brillo del pescado.
Como ingrediente potencialmente útil para otras variedades de cocina, también se ofrece una mezcla de wasabi con pasta de pescado fluorescente. Esta creación sirve para rellenar los ‘maki’ —rollos envueltos en una hoja de alga— de tal modo que emitan luz en la oscuridad de una verbena o una cena romántica.
Entre otros ingredientes potencialmente comestibles, el sitio del fabricante sugiere carne de ratas fluorescentes, obtenida a partir de otro experimento científico similar.



Un estudio realizado por el forense español Carlos Guerrero explica que el impacto que una pelota de golf puede producir en una persona es más grave que el de un disparo de pistola, si la bola alcanza las velocidades cercanas a los 300 kilómetros por hora.


El forense Guerrero, realizó el estudio como parte de las pruebas periciales presentadas en un juicio por un grupo de vecinos de Islantilla (Huelva, sur de España), que demandaron a un club de golf de la zona por el daño que el impacto de las bolas causaba en sus viviendas.


Estos aldeanos viven sobre las nubes, su puerta de entrada está encima de las nubes. A una altura de 2.195 metros, los habitantes nepalíes de Nagarko en el Himalaya, tienen a sus vecinos más cercanos en el Everest.


Con una población de 3.500 personas, sobreviven cultivando en las laderas de las escarpadas montañas, que por siglos hacen las tradicionales terrazas para cultivar.


Así que cuando salen a trabajar a las montañas puede observar los hermosos paisajes, las nubes bajo sus pies, algo que en sueños nos imaginamos ver.




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